03 Tipos de energía, según su origen.


Nos hablan continuamente de energías limpias, del cierre de las minas de carbón, del precio del petróleo, de los biocombustibles, de las subidas en el precio de la luz,...
Pero, ¿sabemos realmente de dónde procede la energía y si es más o menos contaminante?

Para empezar, según su origen, podemos hablar de dos tipos de energía

- Energía renovable.  La energía renovable se obtiene de recursos naturales en principio inagotables: el viento (energía eólica), el agua (energía hidráulica), el sol (energía solar),...  Esos recursos naturales se regeneran continuamente.

- Energía no renovable. La energía no renovable se obtiene de recursos naturales que han tardado muchos años (miles o millones) en formarse y que, una vez utilizados para obtener energía, se agotan (carbón, petróleo, gas, uranio, plutonio,...).

Un poco de Historia.
Si estudiamos un poco la historia de la Humanidad, descubrimos que, desde los tiempos más remotos, los seres humanos hemos utilizado tanto las fuentes de energía renovables como las no renovables.

Como ejemplos de utilización de las fuentes de energía renovables, encontramos, por ejemplo:




Barcos de vela.    







Molinos de viento, para moler el grano cosechado,...





Molinos de viento utilizados en los Países Bajos para ganar terreno al mar, bombeando el agua de los pólders, o para moler el grano.






Molino de agua.





Con la invención de la máquina de vapor y la Revolución Industrial empezamos a utilizar cada vez más las fuentes de energía no renovables. Al principio, el consumo de los materiales (carbón, petróleo,...) era escaso, pero, muy pronto, se convirtió en frenético y hoy en día es insostenible. 

De una sociedad en desarrollo que tiene que mantener en funcionamiento los motores térmicos y eléctricos que generan la energía consumida hemos pasado a una sociedad que, si quiere seguir evolucionando, debe buscar otras opciones en la explotación de las fuentes de energía no renovables: los recursos de la Tierra, se agotan.

Nos quedamos sin carbón, sin petróleo, sin uranio,... ¡Lo quemamos todo! Y lo hacemos de manera insostenible. Y, además, estamos llevando al límite la capacidad de recuperación del medio-ambiente, nuestra casa, generando daños que podrían resultar irreversibles.